What Elders Like to See (a. that not all Elders want to see the same things! b. that we’re ok with that).

Lo Que a Los Mayores Les Gusta Ver y Gore Vidal y Howard Austen

Dominique Jackson as Elektra Abundance

What Elders Like to See (a. that not all Elders want to see the same things! b. that we’re ok with that).

©2020 by Alice Walker

So. Some Elders like to see art that shows us how to recreate the human world, after what we’ve known up to now has passed away. What is the best model for this that I have experienced lately? POSE. In recreating “family” after each of their members has been tossed on the street, by parents, and others of the misguided, the humans that POSE represents are showing us how to live in a surprisingly vibrant and gallant way.  My favorites are everyone on the show but especially Elektra, Pray Tell, Angel, Candy, Candy’s parents, Judy and Blanca, and both households  of Ferocity and Evangelista.

When I realize I didn’t know this culture existed and became ever more vibrant as its AIDS victims succumbed to the disease in the Eighties, I can only wonder where in the world was I.  Doing my own rain dance somewhere, I’m sure. Or maybe not.

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Gore Vidal and Howard Austen

Elders like to see white boys stand up.  So many of them raised by our ancestors, great grandparents, grandparents and parents. I often think of how they managed this, since it was forbidden for a black person to physically discipline a white child.

You could be flogged to death for giving one of them a slap. Anywhere.

But our people got around even that decree.  They perfected a one-liner that we can, all of us, use to this day.  Maybe especially this day, when there is a badly raised white child in the white house refusing to leave.  Here it is:

Ancestor, grandparent, etc. to horrible acting white child that they can’t hit (i.e. spank):  “What you gon’ look like?”  What are you going to look like if you keep spitting in people’s beer? Digging up their flower beds? Kicking Sukkie? (who could be a person or a cow.) What you gon’ look like?  Indeed.  Imagine, this was the only reprimand black slaves and servants had at their disposal. Does this help us see why both the country and the world are so badly run?  Since most of these brats didn’t care what they looked like.

In any case: As I say, Elders like to see white boys, and men, stand up.  There’s an ancestor living in me, hale and hearty, who insists, almost on a daily basis, that this is the least they can do. (White girls, and women, too, which I get to in a later post).  And who better to exemplify this irreverence and don’t give a shit attitude than Gore Vidal? If he hadn’t existed I would have had to invent him.  Maybe in my eighth novel, that I didn’t write.

Gore. Vidal. What a force of in your face, look at your own bullshit that I don’t accept for a minute, nature.  You’d want to go to Gore’s parties overlooking the Italian coast.  You’d want to pat him on his prickly back after tangling with the reptilianesque champion of the wealthy, William Buckley.  You’d like to go with him to the cemetery to see where he expected to lie next to his lifetime beloved, Howard Austen, the man who took good care of him for many years, and was oddly ok with letting all the sex occur outside the house with others.  A wonder. Something to learn here, for sure.  Perhaps:  Let go of all your programming!  It’s All (as George Carlin, another stand up white guy, emphatically opines) Bullshit.

I am deeply grateful for THE UNITED STATES OF AMNESIA, the documentary, in which Gore Vidal leaves one of the best, most self-defining records of his stubborn, acerbic, life. There’s no one like him, really, in all of America’s fraught racial and social history. Which brings up the question: What would happen if even half of white men on the planet told the truth? Imagine if even a few of them recognized their own brown offspring, and relatives, for instance, not to mention their gay, lesbian, or transgender ones. What if they came clean about themselves?

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Dominique Jackson como Elektra Abundance

Lo Que a Los Mayores Les Gusta Ver (a. ¡que no todos Los Mayores quieren ver las mismas cosas! b. que nos sentimos bien con eso).

©2020 by Alice Walker

Entonces. A algunos mayores les gusta ver arte que nos muestre cómo rehacer el mundo humano, después que lo que hemos conocido hasta ahora ha terminado. ¿Cuál es el mejor modelo para ello de lo que he experimentado últimamente? POSE. En la renovación de la “familia” después que cada uno de sus miembros ha sido expulsado a la calle, por los padres, y otros equivocados, los seres humanos que POSE representa nos enseñan cómo vivir de una manera vibrante y valiente. Todos en la representación son mis preferidos, pero especialmente Electra, Pray Tell, Angel, Candy, los padres de Candy y la familia completa de Ferocity Angelista.

Cuando me doy cuenta de no sabía que esta cultura existía y que se volvió aun más vibrante cuando sus víctimas del SIDA sucumbieron a la enfermedad en los ochenta, solo puedo preguntarme dónde diablos yo estaba. Bailando mi propia danza de la lluvia en algún lugar, estoy segura. O quizás no.

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Gore Vidal and Howard Austen

A los mayores les gusta ver a los niños blancos ponerse de pie. Gran cantidad de ellos criados por nuestros antepasados, bisabuelos, abuelos y padres. A menudo pienso en cómo estos consiguieron hacerlo, pues a una persona negra se le prohibía castigar físicamente a un niño blanco.

Te podían matar a golpes por dar una bofetada a uno de ellos.

Sin embargo nuestra gente logró sortear ese decreto. Perfeccionaron un dicho ingenioso que podemos, todos nosotros, utilizar hasta este día. Tal vez especialmente en este día, cuando hay un niño blanco muy mal educado en la Casa Blanca que se niega a abandonarla. Helo aquí:
Antepasado, abuelo, etcétera, al niño blanco que se porta horriblemente mal y no pueden golpear: ¿Qué vas a parecer? ¿Cómo te vas aver si sigues escupiendo en la cerveza de la gente? ¿Arrancando sus canteros de flores? ¿Pateando a Sukkie? (Que podría ser una persona o una vaca.) ¿Qué vas a parecer? En realidad. Imaginen, ésta era el único regaño de que los esclavos y criados negros podían disponer. ¿Nos ayuda esto a ver por qué el país y el mundo están tan mal gobernados? Pues a la mayoría de estos malcriados no les importaba cómo se veían.

En todo caso: como digo más arriba, a los mayores les gusta ver a los niños blancos, y los hombres, ponerse de pie. Tengo a un antepasado que vive en mí, saludable y jovial, que insiste, casi diariamente, en que eso es lo menos que pueden hacer. (Las niñas blancas también, a lo que me refiero en un mensaje posterior). Y quién mejor para ejemplificar esta irreverencia y esta actitud de importarle un comino que Gore Vidal. De no haber existido, yo hubiera tenido que inventarlo. Quizás en mi octava novela, la que decidí no escribir.

Gore. Vidal. ¡Qué fuerza en la naturaleza de tu rostro, de mira a tus propias sandeces que no acepto ni por un momento. Hubieras querido asistir a las fiestas de Gore con vista a la costa italiana. Hubieras querido darle una palmadita en su pinchudo trasero después de enredarse con su semejante reptil, William Buckley. Te hubiera gustado ir con él al cementerio a ver dónde esperaba yacer cerca de su amado de toda la vida, Howard Austen, el hombre que cuidó muy bien de él durante muchos años, y se sentía curiosamente conforme con dejar que cualquier relación sexual ocurriera con otros fuera de la casa. Una maravilla. Algo para que aprendamos aquí, con seguridad. Quizás: ¡Abandona todo lo que tienes establecido! Todo es (como opina enfáticamente George Carlin, otro blanco que se pone de pie) mierda.

Estoy profundamente agradecida a los Estados Unidos de Amnesia, a los que Gore Vidal deja una de las mejores y más auto-definidoras constancias de su terca y mordaz vida. No hay uno como él, realmente, en toda la peligrosa historia racial y social de América. Lo que nos plantea la pregunta: ¿Qué ocurriría si aunque fuese la mitad de los hombres blancos del planeta dijeran la verdad? Imagina si incluso algunos de ellos reconocieran a sus propios vástagos pardos, y sus parientes, por ejemplo, para no hablar de sus familiares homosexuales, lesbianas o transexuales. ¿Qué tal si hablaran limpiamente de ellos mismos?