Julian Assange, Acts of Truth

El poema en español

Julian Assange spoke from the balcony of the Ecuadorean Embassy in London on Friday, May 19, 2017

 

Acts of Truth

©2017 by Alice Walker
Inspired by mythologist, Michael Meade

For Julian Assange
Michael was telling us the other night
About some things that might save the world.
One of them surprised me, but the more I thought about it
The more it made sense.

The whole world can be saved and if not the whole world
Then the world of our relationships
Which is, you know, the world,
By committing simple acts of truth.
In the story Michael tells
A dying child cannot live
If his parents cannot find courage enough
To commit an act of truth.
So the father after much blather
Admits he is and has been a fraud
In practically everything he’s done;
The mother says she never loved
Him even in the fake throes
Of passionate love.
Even the monk who is called on
To help these hapless liars
Admits he has no real
Idea of the right path
Or the honest way.  He only
Took holy vows because
A person taking holy vows
Is admired.

At each act of truth
Each utterance of what is true
The child revives
Little by little
Until he is whole enough
To finally skip away.

That child is our ailing world, our human
Universe;
Lying, dying, right at death’s door.
And each of us –
Lying about everything
Imaginable
Including hair color and
Concern about polluting the water,
Fur coats
And love of animals;
That catsup on our diamonds,
The bombings and oil thirst –
Must now decide:
Do we want our child, this world,
To live,
Or must it die?

Can we commit an act of truth
That begins
To set it, skipping once more,
On healthy feet?

Because I’ve known humans
At their best
I know we are capable
Maybe not all of us
But enough
To commit daily
Radical acts of truth.
There is even a collective one:
We can cease to lie to confuse
The neighbors
Whether next door or
In countries we’ve never seen.

We can be deeper,
More courageous, indeed more fearless
And much simpler
Than we know.
Standing in our acts of truth
Our words of truth
As others, like small children watching
A fascinating and very unusual game,
Skip to join us.

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ACTOS DE VERDAD

©2017 Alice Walker

Inspirado en el mitólogo Michael Meade

Para Julian Assange

Michael nos hablaba la otra noche
sobre cosas que podrían salvar el mundo.
Una de ellas me sorprendió, pero mientras más la pienso
más lógica me parece.
El mundo entero podría salvarse y si no todo el mundo
al menos el de nuestras relaciones
que es, como saben, el mundo,
haciendo simples actos de verdad.
En su charla Michael dice
que un niño moribundo no puede vivir
si sus padres no hallan suficiente coraje
para acometer un acto de verdad.
Así el padre tras mucha cháchara admite
que él ha sido un fraude
en casi todo lo que ha hecho.
La madre dice que nunca lo amó
ni en los fingidos trances
de la pasión amorosa.
Incluso el monje a quien llaman
para ayudar a los infelices mentirosos
admite que no tiene ni idea
real del verdadero camino
o la vía honesta. Él solo
hizo los votos sagrados porque
alguien que hace los votos sagrados
es admirado.
En cada acto de verdad
con cada frase de lo verdadero
el niño revive
poco a poco
hasta que está lo bastante sano
para por fin escaparse.
Ese niño es nuestro mundo enfermo, nuestro
universo humano;
mintiendo, moribundo, justo a la puerta de la muerte.
Y cada uno de nosotros
—mintiendo sobre casi
todo lo imaginable
incluso sobre color del pelo y
la inquietud sobre la polución del agua,
los abrigos de pieles
y el amor a los animales,
esa salsa sobre nuestros diamantes,
los bombardeos y la sed de petróleo—
ahora debemos decidir:
¿queremos que nuestro niño, este mundo,
viva
o debe morir?
¿Podremos cumplir un acto de verdad
que comience
a sanarlo, para que escape una vez más,
sobre sanos pies?
Porque he conocido humanos
en su mejor parte
sé que somos capaces,
tal vez no todos,
pero bastantes
para acometer cada día
radicales actos de verdad.
Incluso hay uno colectivo:
podemos dejar de mentir para confundir
a los vecinos
bien a los de al lado o
los de países que nunca hemos visto.
Podemos ser más profundos,
más valientes, de verdad más audaces
y más sencillos
de lo que sabemos.
Ajustándonos a nuestros actos de verdad
nuestras palabras verdaderas
como otros, como niños que miran
un fascinante y extraño juego,
y evitan unírsenos.