Saudi Government Imposes Sentence of 1,000 Lashes Against Activist Blogger
Saudi Government Imposes Sentence of 1,000 Lashes Against Activist Blogger
The Saudi Arabian government has issued a series of 1,000 public lashings and 10 years in prison to an activist blogger Raif Badawi for insulting Islam. U.S. State Department spokesperson Jen Psaki requested an end to this punishment, but it does not look like Saudi authorities will end this brutality.
Published: January 11, 2015 | Authors: Andrew Emett | NationofChange | News Report
Fearing a resurgence of the 2011 Arab Spring upheaval, the government of Saudi Arabia began a series of 1,000 public lashings against an activist blogger for expressing freedom of speech and religion. Sentenced to 10 years in prison for insulting Islam, Raif Badawi must endure 50 lashes a week for 20 weeks and pay a fine of one million riyals (approximately $266,600). Although Saudi Arabia publicly condemned the recent attack on French satirical magazine Charlie Hebdo, Saudi secret police regularly collude with the NSA to commit human rights abuses against activists and bloggers.
According to an eyewitness account, Badawi exited a police van in front of al-Jafali mosque in the coastal city of Jeddah just after middayon Friday. Escorted by eight or nine officers, Badawi stood in the middle of the crowded square handcuffed and shackled. An officer beat Badawi’s back and legs 50 times with a large cane. Badawi remained silent as his face contorted with anguish. After the flogging ended, the officers escorted Badawi back to the van and returned him to prison.
Detained since June 17, 2012, Badawi had initially been charged with apostasy, which carries the death penalty in Saudi Arabia, but a judge dismissed the charge. Accused of cybercrime and disobeying his father, Badawi was convicted of insulting Islam on a liberal online forum that he had created. The Saudi government shut down Badawi’s website and originally sentenced him to seven years and 600 lashes on July 29, 2013.
After reviewing an appeal on May 7, 2014, a judge extended Badawi’s sentence to ten years in prison, 1,000 lashes, a ban from using the internet, and a fine of one million riyals. Following his arrest, Badawi’s wife fled the country with their children and moved to Canada. In July, Badawi’s lawyer Waleed Abul-Khair was sentenced to 15 years in prison and barred from travelling for another 15 years after being convicted of inciting public opinion, insulting the judiciary, and undermining the regime and officials.
In an act of diplomatic hypocrisy, U.S. State Department spokesperson Jen Psaki called on Saudi authorities to end the brutal punishment. Noting that Badawi had been sentenced for simply exercising his rights to freedom of expression and religion, Psaki neglected to address that fact that the NSAregularly colludes with the Saudi Ministry of Interior (MOI) to help track down activists and bloggers such as Badawi. Although the State Department has accused the Saudi government of committing arbitrary arrests, denial of due process, detaining political prisoners, human trafficking, and torturing prisoners to death, Psaki also chose to ignore the Senate Intelligence Committee’s report on CIA torture, rectal rehydration, and murdering detainees.
With his website featuring articles critical of senior Saudi religious dignitaries and Islamic historical figures, Badawi found himself at the mercy of modern-day judges trained as religious scholars under Sharia law. Part of a wider clampdown on political dissent, Saudi officials have made an example out of Badawi to intimidate and silence human rights groups and activists throughout the country. Fearing a recurrence of the 2011 Arab Spring, Saudi authorities believe they cannot afford any subversive incidents of political debate or religious questioning.
“Flogging and other forms of corporal punishment are prohibited under international law, which prohibits torture and other cruel, inhuman or degrading treatment or punishment,” stated Philip Luther, Middle East and North Africa Director for Amnesty International. “It is horrifying to think that such a vicious and cruel punishment should be imposed on someone who is guilty of nothing more than daring to create a public forum for discussion and peacefully exercising the right to freedom of expression.”
Badawi is scheduled to endure 50 lashes each week for the next 19 weeks. He is also serving a prison sentence of ten years for creating an online public forum.
EL GOBIERNO SAUDITA IMPONE UNA SANCIÓN DE 1 000 LATIGAZOS CONTRA BLOGUERO ACTIVISTA
El gobierno de Arabia Saudita ha dictado una serie de 1 000 latigazos en público y diez años de cárcel al bloguero activista Raif Badawi por insultar el islam. El portavoz del Departamento de Estado de los EE.UU. Jen Psaki ha pedido poner fin a este castigo, pero no parece que las autoridades sauditas terminarán con esta brutalidad.
Temiendo un resurgimiento del levantamiento de la Primavera Árabe de 2011, el gobierno de Arabia Saudita inició una serie de 1 000 azotes públicos contra un bloguero activista por manifestarse a favor de la libertad de expresión y de religión. Condenado a diez años de cárcel por insultar el islam, Raif Badawi debe soportar 50 azotes semanales durante 20 semanas y pagar una multa de un millón de riyals (aproximadamente $266,600 dólares). Aunque Arabia Saudita condenó públicamente el reciente ataque al semanario satírico francés Charlie Hebdo, la policía secreta saudí habitualmente se confabula con la Agencia de Seguridad Nacional para incurrir en abusos contra los derechos humanos de activistas y blogueros.
De acuerdo con el relato de un testigo presencial, Badawi salió de una furgoneta policial frente a la mezquita al-Jafali en la ciudad costera de Jeddah algo después del mediodía del viernes. Escoltado por ocho o nueve policías, Badawi permaneció de pie en medio de una atestada plaza esposado y con grilletes. Un agente golpeó con una vara la espalda y las piernas de Badawi 50 veces. Badawi permaneció en silencio mientras su rostro se contraía de angustia. Después de terminar la paliza, los policías acompañaron a Badawi de regreso a la furgoneta y lo devolvieron a la prisión.
Detenido desde junio 17 de 2012, Badawi había sido condenado inicialmente de apostasía, lo que conlleva a la pena de muerte en Arabia Saudita, pero un juez retiró la condena. Acusado de delitos cibernéticos y de desobediencia a su padre, Badawi fue condenado de insultar el islam en un forum liberal que había creado en Internet. El gobierno saudí clausuró al sitio digital de badawi e inicialmente lo sentenció a siete años de prisión y 600 azotes en julio de 2013.
Tras revisar una apelación en mayo 7 de 2014, un juez prolongó la sentencia de Badawi a diez años de prisión, 1 000 azotes, la prohibición de usar Internet y una multa de un millón de riyals. Después de su arresto, la esposa de Badawi abandonó el país con sus hijos y se estableció en Canadá. En julio, el abogado de Badawi, Waleed Abul-Khair, fue sentenciado a quince años de cárcel y se le prohibió viajar por otros 15 años, tras acusársele de incitar a la opinión pública, insultar el poder judicial y socavar el régimen y sus funcionarios.
En un acto de hipocresía diplomática, el portavoz del Departamento de Estado de los EE.UU., Jen Psaki, pidió a las autoridades saudíes poner fin al brutal castigo. Observando que Badawi había sido sentenciado simplemente por ejercer sus derechos a la libertad de expresión y de religión, Psaki omitió tratar el hecho de que la Agencia de Seguridad Nacional normalmente colabora con el Ministerio del Interior Saudí para ayudarlo a localizar activistas y blogueros como Badawi. Aunque el Departamento de Estado ha acusado al gobierno saudita de cometer arrestos arbitrarios, denegar el debido proceso, detener prisioneros políticos, realizar tráfico humano y torturar a muerte a prisioneros, Psaki también prefirió ignorar el informe del Comité de Inteligencia del Senado sobre las torturas de la CIA, la rehidratación rectal y el asesinato de detenidos.
Con su sitio en la red que publicaba artículos críticos contra altos dignatarios religiosos saudíes y figuras históricas islamitas, Badawi se halló a merced de los jueces modernos entrenados como especialistas religiosos bajo la ley de la sharia. Como parte de una mayor represión a la disidencia política, los dirigentes saudíes han tomado a Badwawi como ejemplo para intimidar y silenciar a los grupos de derechos humanos y a los activistas de todo el país. Temiendo un resurgimiento de la Primavera Árabe de 2011, las autoridades saudíes consideran que no pueden permitir algún incidente subversivo de debate político o de cuestionamiento religioso.
“Los azotes y otras formas de castigo corporal están prohibidos por el derecho internacional, el cual prohíbe la tortura y otros castigos crueles, inhumanos y degradantes”, afirmó Philip Luther, Director para el Oriente Medio y África del Norte de Amnistía Internacional. “Es horripilante pensar que un castigo tan cruel y despiadado pueda imponérsele a alguien cuya culpa no sea otra que atreverse a crear un foro público de discusión y de ejercicio pacífico del derecho a la libertad de expresión”.
Está planificado que Badawi soporte 50 azotes semanales por las próximas 19 semanas. Está además cumpliendo una condena de diez años por crear un foro público en la red.
PRENDE UNA VELA
Para Raif Badawi
©2015 de Alice Walker
La oscuridad aumenta.
Invierno en Gaza.
Los bebés mueren helados.
Los soldados disparan a niños
apuntándoles a los ojos.
Prende una vela por nosotros.
Prende una vela por los niños.
Prende una vela por la justicia ciega.
Prende una vela
por la muerte
de la esperanza
en Arabia Saudita.
Y aunque es difícil
mirar
y más difícil permitirnos
sentir
pensando: ¿Qué puedo
hacer?
Prende una vela
y di una plegaria
por este hombre.
Dear Sister,
I´m sending you the last feature translated for your blog. I also lit
a candle for that man and said a prayer. It goes as follows:
Oh Lord be gentle
to this man who suffers.
Make his bars smooth
and his body iron solid.
Give wings to his mind
to defeat time and space.
I know too well what he endures.
I know how it feels
when the tongue must close
its doors to the mind and the heart.
Have mercy on this man.
Let him fly.
Let him fly.
Manuel Garcia Verdecia
beloved poet of Cuba
